El objetivo de competitividad va a ser cada vez más difícil de alcanzar exclusivamente con estrategias obsesionadas por los costes y la eficiencia
La empresa moderna se enfrenta a desafíos derivados de la necesidad de desenvolverse en mercados y sociedades donde coexisten múltiples grupos de interés
Cobran fuerza otras capacidades intangibles como la reputación, la confianza, el compromiso de empleados, clientes y proveedores, la creatividad o la calidad
Se están desarrollando estándares para la sostenibilidad, la RSE y la información corporativa no financiera y si bien inicialmente son estándares voluntarios, existe una intensa presión para que la regulación pública los imponga como modelos obligatorios
Las empresas con perspectivas de futuro serán las que no obstaculicen el crecimiento sostenible en su triple vertiente: ambiental, social y económico
Las empresas con mejores prácticas en sostenibilidad son empresas más competitivas, con un mayor crecimiento y, previsiblemente, con mayores índices de rentabilidad y supervivencia
Es esencial que las iniciativas empresariales de inversión en sostenibilidad vayan acompañadas de la máxima transparencia informativa sobre sus acciones y resultados
La cooperación público privada va a ser una línea de futuro para enfrentar los principales desafíos