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¿Qué es el enfoque ESG? : OBSET

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¿Qué es el enfoque ESG?

¿Qué es el enfoque ESG?

El concepto de inversión sostenible, aquel que hace referencia a una filosofía de inversión ética, llegó para quedarse a finales de los años 60. Su progreso ha sido meteórico hasta el punto de que, en la actualidad, es vital para los beneficios de cualquier compañía cumplir con una serie de parámetros sostenibles a la hora de invertir. Son los llamados criterios ESG. Estos criterios, que son como la lista de la compra que se debe llevar a la hora de realizar una inversión responsable y ética, se erigen como indicadores de calidad de las empresas, una letra pequeña que define su responsabilidad con la sociedad.

Las siglas ESG, que responden en inglés, a las palabras Enviromental, Social y Governance, en la práctica, hacen referencia a los factores que convierten a una compañía en sostenible a través de su compromiso social, ambiental y de buen gobierno, sin descuidar nunca los aspectos financieros.

El origen de este acrónimo se remonta a los inicios de la década de los 2000 y ha sido el resultado de la evolución de lo que se conocía como Inversión Socialmente Responsable (ISR). Pero va más allá de lo que conocíamos como ISR, ya que tiene un enfoque holístico de todos los procesos de una compañía, permitiendo ver el alcance del impacto que trasciende al negocio.

En este aspecto debemos mencionar los Principios de Inversión Responsable (PRI), promovidos por Naciones Unidas. Estos principios buscan comprender el impacto de cuestiones ambientales y sociales en las inversiones y fomentar un sistema financiero más sostenible. Entre los seis Principios de Inversión Responsable destaca el incorporar los criterios ESG (ambientales, sociales y de buen gobierno) en la toma de decisiones de las inversiones y en la estrategia y en las prácticas de actuación de la empresa.


A la hora de elaborar una estrategia ESG para una empresa es importante tener en cuenta ciertos aspectos. Conocer de qué forma se ajustan los criterios ESG a la misión y objetivos que tiene la organización o saber identificar los riesgos ESG para el desarrollo de la actividad empresarial. Además, es importante determinar los asuntos ESG de sostenibilidad que más preocupan a los grupos de interés y qué debe hacer la empresa para satisfacer sus necesidades. Para poner en marcha la estrategia ESG en una empresa, hay que seguir unos pasos determinados

  1. Analizar el punto de partida de la compañía desde el punto de vista sostenible. En esto consiste la evaluación del estado ESG. Hacerse preguntas como "¿Ha desarrollado ya la empresa actividades relacionadas con la sostenibilidad?" o "¿Es necesario llevar a cabo más actuaciones de este tipo?"
  2. Definir el concepto de materialidad dentro de la cadena de valor de la organización. Así podrán identificarse las operaciones que conllevan oportunidades y riesgos ESG.
  3. Marcar los objetivos principales de la estrategia de economía ESG.
  4. Escoger un sistema que permita reunir los datos ESG para su análisis, tanto cuantitativos como cualitativos.
  5. Elegir a un responsable en materia de sostenibilidad para que haga un seguimiento del cumplimiento de la estrategia ESG. También deberá mediar para que los grupos de interés formen parte del proceso de toma de decisiones.
  • Los informes ambientales, sociales y de buen gobierno (ESG) tienen el potencial de hacer que su organización brille a los ojos de los inversores, los reguladores, las agencias de puntuación ESG y los organismos de financiación
  • Un índice organizado y claro en materia de ESG, permitirá que los directivos y ejecutivos tomen decisiones más acertadas dentro de la compañía
  • La mirada de los inversores está fija en las compañías que tienen una estrategia de negocio con criterios ESG. No es una moda, es una realidad que muestra un cambio en la conducta de la inversores. Para el año 2025, la denominada «generación de los valores», los millennials, supondrán tres cuartas partes de la fuerza laboral global. Según un estudio de Morgan Stanley, los millennials son dos veces más proclives que la población general a invertir en empresas con objetivos sociales o medioambientales.
  • Acertar en la identificación, gestión y medición de los criterios ESG dentro de una empresa tiene ya repercusiones directas en su capacidad para recibir inversión, en su reputación y, por extensión, en la sostenibilidad del negocio. Existen varios estudios que demuestran que la integración de factores ESG puede influir favorablemente en las rentabilidades. Por ejemplo, "Sustainable Investing and Bond Returns: Research study into the impact of ESG on credit portfolio performance", Barclays 2016.
  • El último Observatorio de la Inversión ESG publicado en 2021 señala que en el 2020, los mayores gestores de activos a nivel mundial se dirigieron "hacia una casi completa integración de los factores ESG en sus políticas de inversión"
  • Los factores ESG mejoran las rentabilidades ajustadas al riesgo, al reducir el riesgo de inversión y generar valor de inversión. Una empresa bien gestionada y responsable que se preocupa por sus empleados, sus clientes y el medioambiente tiene más probabilidades de resistir mejor y superar a sus competidoras que las empresas que no. Las empresas tienen más probabilidades de tener éxito y generar excelentes rentabilidades si crean valor para todos sus grupos de interés El análisis ESG puede ofrecer perspectivas valiosas sobre factores que pueden tener un impacto significativo en los valores financieros de una empresa y, por tanto, fundamentar mejor sus decisiones de inversión.
  • El interés de las empresas por alinearse a los criterios ESG sigue aumentando, debido a la gran aceptación que tiene en los consumidores este tipo de iniciativas, lo que genera un importante valor agregado para sus productos y/o marcas. En suma, algunas de las ventajas más significativas en las empresas que abordan de manera proactiva el ESG son:
    • Aumentan la liquidez en las acciones del negocio, por el interés que han desarrollado los inversores e instituciones crediticias en las empresas que ejecutan carteras y programas basados en el ESG.
    • Generan alto valor competitivo.
    • Producen una imagen positiva frente a activistas ambientales y organizaciones sociales, evitando conflictos o campañas negativas contra la empresa.
    • Un alto número de inversionistas y bancos mantienen líneas de crédito especiales para las empresas que realizan proyectos con políticas de ESG.
    • Aceptación y reconocimiento positivo por parte del público en general

Ante la creciente atención acaparada por los criterios ESG en el mundo corporativo es necesario conocer qué estrategias se enmarcan dentro de sus parámetros y tienen realmente un impacto social. La base para identificar si una estrategia está enmarcada en los criterios ESG está en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fijados por la ONU en 2015. Este es el marco integral para avanzar en un plan sostenible.

Ahora bien, los parámetros ESG no son:

  • Actividades enmarcadas únicamente en valores de forma general. Los inversores y directivos huyen de las declaraciones generales. Las acciones deben apoyarse con indicadores concretos que muestren la creación de un valor diferencial y aporten información útil.
  • Nomenclaturas que acompañen a los procesos que ya existen. No se trata de cambiar de nombre lo que ya hacíamos, los parámetros ESG deben aunar novedad y modelo de negocio.
  • Anexos dentro de las cuentas de resultados. El enfoque debe ser integrado y afectar de un modo transversal al negocio.

El análisis ESG no sólo trata de lo que la empresa hace actualmente. La consideración de las tendencias futuras tiene una importancia fundamental y debería incluir esencialmente el cambio disruptivo que puede tener consecuencias importantes para los beneficios futuros de una empresa o su propia existencia.

El movimiento por la inversión sostenible ha crecido de forma rápida en la última década y su impacto ha trascendido los mercados, afectando a la forma en que se estructuran las finanzas